miércoles, 9 de febrero de 2011

Depredador

Definitivamente, este no es el mejor día para cazar. Mi escopeta humeante, sigue con resaca y zumbido en sus oídos. Demasiados disparos, ninguna presa. De mis municiones, solo quedan quemados recuerdos, en el piso de esta Selva, próspera para la Cacería de los depredadores... pero no para un cazador limitado como este humilde narrador.
Sólo 1 carga tiene mi arma. Tengo que cuidarla bien. Disparé innecesariamente todo este tiempo. Malgasté minuciones, a causa de mi mala puntería... Pero todavía tengo 1 más. Ése sólo disparo no puede fallar. Ahora, debo estar atento. Mi presa llegará...
¡Ahí está! Esa gacela es mía. Preparo, apunto y... ¿Qué hace ese lobo ahí? Se ve que tengo competencia... Es más ágil, rápido y con mayor precisión. Además, solo tengo 1 disparo. Si le doy a la gacela, el Lobo me ataca, si mato al Lobo, la gacela se escapará... ¿Qué puedo hacer?
Esperaré... El Lobo, tiene el instinto asesino que a mi me falta. El mata para comer, pero también es su forma de vida. Yo sólo tengo hambre. Hambre en el cuerpo, y en el Ego. Quiero saber que se siente matar, y devorar una presa, cazada por mis propios medios...
El Lobo ataca. La gacela, deja de brillar. Casi que se entrega con el orgullo de ser "presa de EL depredador"... Con su hocico ensangrentado, luego de su show, el Lobo se percata de mi existencia. Clavó sus helados ojos directamente en los mios, me enfrenta, me intimida... pero me hace sentir familiar.
Tiro mi arma, y me entrego yo también a su voluntad, como la Gacela, hipnotizado por esos brillantes ojos y en ellos, la sensación de verme a mí mismo en ese Lobo. Mi vida, en la de Él. Me cazando, me vi comiendo de mi presa, me aullándole a la Luna... me alejado de la jauría, me con el rostro lleno de sangre ajena, regocijado en una victoria, de la que no sólo mi estómago se aprovechó.
Mi Ego, mi golpeado Ego, quiere ser como el Lobo. Quiere cazar, aullar, vivir, ser...
A partir de ahí, nuestras almas se fusionaron. Lobo-Hombre. Yo soy cada vez mas Lobo... Él... no es más hombre.

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