viernes, 29 de diciembre de 2006

Chantajeado

No sé por qué, siempre delegamos poder. Veo a mi alrededor como las personas más fuertes. Con el temperamento más duro y con un terrible genio, caen bajo la mano (dura o no) de un ser. Así funciona. Todos somos fuertes hasta que somos “CHANTAJEADOS” por el amor.
No puedo (perdón, pero de verdad) mantener posición frente a su sonrisa. Soy débil. Si no puedo con su sonrisa, menos voy a poder con su ceño fruncido...
Así funcionamos, nos mostramos duros frente a casi todos. La persona que no entra en esa categoría es la que nos termina enamorando.
Descuiden... también funciona a la inversa. También yo puedo generar ese “efecto congelante” en el alma de otra personilla. Aunque no siempre sea en la misma. En algún momento, lograré ser quien yo quiero con quien yo quiero, cuando yo quiera ser.
Después de que esta “lucha” entre miedos propios y ajenos termine, dejaré fluir algo parecido al amor...