domingo, 8 de agosto de 2010

Frío

Frío estival. Vientos arremolinados que arrastran consigo la helada cauterizante directo hacia mí. Me envuelven los vientos, me ataca su nieve, congelándome el alma.
Siento el frío entrando en mis huesos, en mis órganos, en mi corazón. No hay calor que descongele mis sentimientos. Demasiado tiempo expuesto a tan extremas condiciones climáticas, generaron en Mí, una capa de hielo que fue recubriendo mi corazón.
De a poco, tengo la sensación de que mi congelado músculo, se atrofia. Su exterior se va cubriendo de callosidades. Su interior se oscurece hasta desvanecerse...
Esta tan helado que quema como el peor infierno. Tan oscuro, que los destellos de luz se transforman en lejanas estrellas. Tan profundo y distante que no podría recorrerlo entero, ni pasar 2 veces por el mismo lugar. Tan vacío como sólo un corazón helado puede estar...

No hay comentarios: