viernes, 30 de julio de 2010

Mi Roma

¿Dónde fue el tiempo? ¿Dónde quedó el futuro que no venía corriendo a mi encuentro? Nunca llegó. Tal vez, se accidentó al venir tan rápido a ese encuentro conmigo...
Probablemente, esté celoso. Coqueteo demasiado con mi pasado. Lo dibujo, lo transgieverso, lo modifico, lo amplio... En cambio, al futuro, sólo lo espero.
Pensará que lucho mas por recuperar un pasado que por atraer un futuro. La memoria, como una ninfa, me llama con su canto de ángeles. Me grita diciendo: "Sí, eso eras, esto fuiste, esto sos pero no se que serás"; "No igualarás lo que fuiste, ni en tus huellas digitales"; "Nadie sabe en que te vas a convertir..."
No voy a escuchar su canto viciado de maldad. No voy a dejarme llevar por falsas realidades, por verdades a medias, por medias mentiras, por flojas razones. Voy a ir por mi futuro, por mi destino...
Voy a fortalecer mi pasado, afianzar mi presente, arrastrando hacia a Mí, mi futuro. Por la fuerza de la razón, por el amor insensible. Por dolor y por pasión. Por débiles excusas. Por el camino más corto, largo, doloroso, simple, arduo, complejo y reconfortante. Por todos los caminos, sin llegar a Roma, sino a mi Tierra Prometida.
Ese lugar que es mi futuro, ese lugar que anhelo atraer hacia mi reloj... Ese lugar que no conozco, porque vive en constante cambio. ese lugar hecho para mí y por mí... Y ahí, poder mirar a mi Memoria y gritarle: "Esto es lo que quise ser!"

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