lunes, 23 de abril de 2007

PROFANADOR

Te contemplo en tu esplendor. Definitivamente, no hay mejor lugar para tu ropa, que el piso de la habitación. Tu timidez te hace sonrojar. A mí no me importa; de un zarpazo te arranco la vergüenza. Beso a beso, caricia a caricia, saco la hembra que traes escondida.
Dibujo tu espalda con mi lengua, mis dedos te recorren entera, mientras tu piel sedosa, se eriza expresándome tu goce... No... no te apures... Tengo el suficiente tiempo para lograr desarmarte, rearmarte, y volverte a desarmar.
Acostada, desnuda, en mi cama. Veo la desesperación en tus ojos. Siento como la puta le gana a la dama, en tu lucha interna. Mis labios bajan; labios, cuello, pecho, senos... Me detengo para corroborar que el espectáculo no es espejismo, ni ilusión. Los recorro. Mi lengua juega con tus pezones para despertarlos...
Tu abdomen pasó de ser mi almohada a ser el receptor de mi lengua, tu pelvis me llama a gritos. Acepto el llamado, y mientras me emborracho de tus jugos, siento la presión de tus muslos en mi cuello... te escuché y te sentí volar.
Ahora sí... ahora cumplí lo que pedías... Entré y profané la catedral que es tu cuerpo. Sí, estoy dentro tuyo y tus uñas en mi espalda, le dan el visto bueno a mis actos. Nos vamos... Llegamos...
Después de la tormenta, siempre viene la calma. Tu sonrisa me dice que hice un buen trabajo, que me porté bien. Lo que no te diste cuenta, es que mientras luchaban tu dama y tu puta, yo obtuve lo que quería: apoderarme de tu alma. Tranquila, para que no te quedes con las manos vacías, a cambio de tu alma, te dejé el camino abierto para que hagas lo mismo con la mía

1 comentario:

SoFis dijo...

este me encanto... mucho